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“Proudhon , la personalidad de una idea”

proudhonTras un período de letargo participativo, parece que el despertar nos ha provocado un sobre salto y actualmente no pasa un dia en el que no veamos, escuchemos o participemos en un debate político.

Lucha de clases, capitalismo, participación, economía de mercado, prima de riesgo, democracia, etc. Se han convertido hoy en dia en vocablos utilizados por casi todos y para casi todo, a veces hasta el punto de perder su propia esencia opinando a golpe de «slogan». Sin embrago, siento un poco de nostalgia “práctica”, al no escuchar mas a menudo nuevas ideas rellenas de contenido, o dicho de otro modo, propuestas concretas vengan de donde vengan. Sin restar importancia al hecho de que el debate es, ya en si mismo,muy positivo, anhelo la síntesis de tanta tesis vs antítesis…quizás es momento de pasar del modelo crítico académico a la acción y comenzar a construir.

Pues bien, a este sujeto, he querido ejemplificar aqui un posible camino, a través de un personaje al que considero brillante y del que podemos aprender algunas cosas, leyéndole de una manera crítica, no dogmática. Me permito entonces, compartir con ustedes una ojeada rápida a algunas reflexiones de Pierre-Joseph Proudhon, un hombre que dió a las ideas un lugar en el que desarrollarse en la realidad, ¿cómo? planteando, a pesar de sus contradicciones y errores teóricos, alternativas. Propuestas para intentar transformar el sistema, que según su visión,  era injusto y mejorable,  como hicieran también sus contemporáneos, entre ellos, Karl Marx,  tan citado hoy en cualquier debate.

Proudhon no era un “purista” ideológico, ni un científico social, ni un economista, ni un filósofo acomodado (como otros)…el era un hombre sencillo, nacido en familia humilde, que tuvo que abandonar el colegio al no tener medios para comprar sus materiales escolares. Para ayudar económicamente a su familia, trabajó lo suficiente en su infancia y juventud, como para darse cuenta de que el mundo en el que vivía era injusto y estaba mal repartido, lo que le llevaría a desarrollar sus posteriores reflexiones en escritos como “¿Qué es la propiedad?” (1840) o “Filosofía de la miseria” (1846), por citar algunos, contestada esta última por Marx un año mas tarde en su crítica “Miseria de la filosofía” (1847).

Al hilo de lo que se le criticó como ambigüedad ideológica, o contradicción conceptual, lo que realmente no se entendía, a mi juicio, en Proudhon, era su afán por explicar lo que veía y lo que quería ver al mismo tiempo. Su filosofía no es ni materialista, ni idealista, mas bien se ubica en la relación funcional entre ambas, de ahí que se le clasificara como “ideo-realista”. El ideo-realismo de Proudhon, consiste en que la idea asumida por el entendimiento retorna a la acción. Es decir, que una idea nace, sufre una transformación racional y se convierte en acción. No voy a entrar en valoraciones de cuál debe ser la idea originaria, ya que cada ideología defenderá una en concreto, pero es interesante el planteamiento, el proceso. De lo contrario permaneceríamos anclados en el mundo de las ideas y no podríamos transformar la realidad que percibimos como injusta, como mencionaba anteriormente.

Seguramente esto parezca obvio, sin embargo, creo que a veces nos perdemos en debates teóricos y slogans y no damos respuestas, síntoma de que algo esta fallando en “el proceso” de transformación. No quiero decir con ello que exista un fallo de razonamiento, o de formulación, sino de transformación; o no nos preguntamos muchas veces ¿por qué  depositamos nuestra confianza en palabras (o ideas) que luego no se materializan?… Pues bien, la respuesta es evidente, es porque no hay voluntad de transformar la idea en acción. La máquina de transformación está viciada, pero por suerte para nosotros, es recuperable.

Sin entrar en profundidad en la teoría proudhoniana, me gustaría compartir alguna otra de sus ideas, pero antes quiero destacar que Proudhon ( a diferencia de otros) intentó, con más o menos éxito, materializar sus ideas, véanse como ejemplos su proposición a la Asamblea Constituyente del “crédito gratuito”, su creación del “Banco del pueblo”, o su activismo político en los periódicos “Le representant du peuple” et “ Le peuple”, posteriormente.

La otra idea que he querido rescatar aqui es su idea del mutualismo, que  junto con la idea de cooperativismo de Owen, pueden darnos un marco teórico (que no dogmático), en el cual transformar en cierta medida nuestra frustración ante el nefasto sistema económico y productivo que tenemos, y acercarnos a una economía social con una realidad mas justa y equitable. Insisto en mi intento de recuperar una idea (por si alguno de ustedes forma parte de sus fervientes detractores)  hacer abstracción, y crear quizás un concepto parecido que se adecue a nuestra realidad.

En su libro, “Idea general de la revolución”, que recomiendo, en su estudio destinado a la “organización de las fuerzas económicas”, Proudhon introduce la idea de la cooperativa, lo que en su teoría se conoce como el mutualismo, que es muy parecido a la idea de cooperativa que tenemos actualmente y que por desgracia no ponemos suficientemente en práctica, ya sea por la falta de información, ya sea por la falta de confianza. Proudhon decía que “Existe el mutualismo cuando en una industria los obreros, en lugar de trabajar para un empresario que les paga y se guarda su producción, trabajan los unos para los otros y comparten una producción común, de la cual se reparten los beneficios”.

No voy a extenderme en los planteamientos teóricos, ya que no es el objeto de este blog, pero imaginemos por un momento el poder de esta idea. No es ningún descubrimiento soy consciente, esto ya se realiza en muchos países, incluidos España, pero a lo mejor si la repetimos mas a menudo y pensamos en ella le damos una verdadera personalidad. Y aunque existe voluntad ¿no tenemos siempre la impresión de que las buenas ideas se llevan a cabo menos de lo que sería esperable ante una coyuntura como la actual?…

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AIME CESAIRE: “El político de la negritud…”

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El 27 de Mayo de 1945, Aimé Cesaire es elegido Alcalde de la ciudad de Fort-de-France, capital de la isla caribeña de Martinica. Por delante 56 años de mandato que sacarán a la isla de la situación de subdesarrollo en la que estaba sumergida tras siglos de colonialismo. Pero, quien era este “negro” que consiguió darle a la sociedad martiniqueña una identidad y una plaza dentro de los denominados territorios de ultra mar franceses? ¿Quién era ese comunista negro que se atrevió a hablar de esclavitud e igualdad en la Asamblea Nacional? ¿Quién era el poeta de la negritud? ¿Quién fue AIMÉ CESAIRE?

Aimé Cesaire fue  un poeta y político humanista que lanzó una mirada distinta a la forma de hacer literatura y política. Fue un hombre que vivió y trabajó conforme a su particular forma de ver el mundo,  de explicarlo y de transformarlo ¿cómo? llamando a las cosas por su nombre, sin miedo, sin complejos, sin tabúes.

El ejemplo mas remarcable,  y símbolo de su percepción del mundo, lo encontramos en el concepto de “negritud” creado por Cesaire. Aparece por primera vez en la  revista “El estudiante negro”, fundada por éste y otros estudiantes negros (Senghot, Damas, Sainville et Mauguée) en 1934, mientras realizaba sus estudios superiores en Paris. Este concepto, significará la toma de conciencia identitaria del hombre negro y el rechazo al sistema francés de asimilación cultural. Reivindica la cultura africana y sus valores, promueve un retorno a las raíces, en defensa y aceptación de las mismas y dota de sentido humano y dignidad el ser negro.

En sus propias palabras:

“Esta palabra designa en primer lugar el rechazo. El rechazo de la asimilación cultural; el rechazo de una cierta imagen del Negro pasible, incapaz de construir una civilización. Lo cultural prima sobre la política”

A éste primer acercamiento a la escritura le seguirán otros proyectos y numerosas obras donde demostrará su destreza poética y su dominio del lenguaje. Como en “Cuaderno de retorno al país natal ”, 1939, (“Cahier d’un retour au pays natal”), primera y mas sonada obra, donde a través de versos libres (catalogados como poesía surrealista), Cesaire crea una extensión del concepto de negritud y lo que para el representan sus orígenes. También escribirá mas tarde piezas de teatro, considerando éste  un medio de expresión mas cercano al pueblo y más accesible para poder contar una historia y un pasado común. Entre ellas encontramos “Y los perros se callan”, 1956, (“Et le chiens se taisaient”), que relata la historia de un esclavo que mata a su dueño y anima a su pueblo a la sublevación, en plena época de descolonización.  Son solo dos ejemplos que he escogido de su extensa obra, pero que representan el espíritu reflexivo, y a la vez combativo de Cesaire. Un hombre que supo realizar con éxito la conjunción de poesía y política, dando un resultado mas que satisfactorio , creando algo que podríamos llamar poesía política , en una mezcla perfecta que con mucho esfuerzo, significó la construcción de una nueva mentalidad en Martinica.

En política son muchos sus discursos, ensayos e intervenciones memorables, yo he querido destacar dos de aquellos que, a mi juicio, simbolizan el espíritu del Poeta-Político negro del pueblo. En primer lugar su “Discurso sobre el colonialismo” escrito en 1950. En un contexto de posguerra y  comenzando el proceso de descolonización en el que el floreciente espíritu de liberación se extiende por todo el mundo, Cesaire hace una dura crítica a Europa y al sistema colonial que mantiene desde hace siglos, remarcando la naturaleza humana del hombre que permite y perpetúa esta barbarie.

Este discurso le costará numerosas críticas al mismo tiempo que levantará profunda admiración ( Nelson Mandela entre ellos) debido a la contundencia de sus palabras. Es uno de los escritos políticos mas importantes en la carrera de Aimé Cesaire y formará parte de la literatura política contemporánea como uno de los textos mas importantes contra el colonialismo. Aquí les dejo un extracto en el que habla de la descivilización del colonizador, haciendo una dura crítica a esa burguesía colonizadora europea:

“Una civilización que se muestra incapaz de resolver los problemas que suscita su funcionamiento es una civilización decadente. Una civilización que opta por cerrar los ojos a sus problemas  mas cruciales es una civilización atentada. Una civilización que engaña con sus principios es una civilización moribunda…”

En este sentido, destacar la Departamentalización de las Antillas, en 1946, gracias a la petición llevada a cabo por Aimé Cesaire como diputado, en la que alegó la defensa de la asimilación pero de derechos fundamentales y no cultural. Esta ley sería la traducción fáctica del “espíritu emancipacionador” de Cesaire, en favor de las colonias, acontecimiento que el clamaba como natural en la vida de un pueblo cuya historia ha estado marcada por el pasado colonial.

El otro evento importante, desde mi punto de vista, para explicar al hombre politico, en el que se convertiría, es su llegada a la vida política y su dimisión del Partido Comunista. Aimé Cesaire fue  Alcalde-Diputado, elegido por el Partido Comunista francés como candidato para Martinica, gracias a la confianza que el partido y el pueblo depositaron en el. Sin embargo, en 1956, Cesaire dimitirá del PC, a través de una carta muy conocida (Carta a Maurice Trorez), en la que explica los motivos que lo llevan a tomar tal decisión. Explica que para el una doctrina, sea comunista, sea socialista, debe estar al servicio del pueblo y no al revés, ya que considera que seguir los mandatos impuestos por la sede del PC  en Paris, no es la forma en la que el concebía hacer política, que en su caso, era para servir a su pueblo y no para servir a un partido.

Es en este momento, cuando funda el Partido Progresista Martiniqueño (PPM) que reconcilia ideología y política y se lanza en una carrera sin fin  a favor del desarrollo yel progreso del pueblo martiniqués al que el representa. Cesaire se define en una entrevista como socialista consecuente, alegando la idea de que como socialista un político debe estar constantemente a la escucha del pueblo y sus necesidades, adaptarse y buscar soluciones. En esta etapa son numerosos los logros de Cesaire, en educación, urbanismo, desarrollo, etc. Trabajando sin descanso, antes  de terminar su largo mandato de 56 años (1945-2001), y después, hasta su muerte en 2008.

Mi interés por este personaje es evidente, su visión del mundo y su azarosa pero acertada incursión en la política activa, demuestran la teoría por la que comencé este blog. Es decir, que ante una realidad dada de la cual un hombre forma parte, la naturaleza política de éste le permitirá reaccionar ante aquello que crea injusto y/o mejorable y compartirá con el resto de la humanidad  su nueva visión. Cada reflexión forma parte de la historia y de la evolución de nuestra humanidad a su manera.

Para terminar, dada la obligada brevedad del retrato, invitarles a continuar descubriendo a este ser humano pasionante…

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